El disimulo al solipsismo del ser indiferente o algún tacto pétreo y menesteroso, en mi impúbero viaje, son apenas un instante (… dilatado), a la escala de mi brío gimiente imantado a dentadas Lunas perseverantes en renuevos astrales.
Ofrendada carne es al Tiempo el mundear de mi existencia. Porosidad que canta en el silencio de la multiplicidad de la palabra vana o inerte y detenta la franqueza de la realidad generosa ante seres empuñando la tibieza.
En el todo reencuentro mis imágenes, la muerte de mis nombres, los renuevos de mi carne.
03 - Agosto - 2010
Edna león
1 comentario:
me encanta, ednith! :)
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